Por Armando F.
Valladares, Miami (FL), 01 de mayo de 2012.
Nota: Veja abaixo que o acordo de Metz está ainda em vigência!
1. La Conferencia
de Obispos Católicos de los Estados Unidos está presionando al gobierno
estadounidense para que éste efectúe la “completa abolición” del embargo
comercial y “elimine sistemáticamente” todas las restricciones actualmente
existentes contra Cuba comunista. Los obispos alegan que con esos pasos
unilaterales se beneficiaría sobre todo
a los cubanos más “simples” y a los más “marginalizados”, se abriría el camino
para una "mayor libertad", inclusive religiosa, y se contribuiría a
mejorar la situación de los "derechos humanos". Es lo que se afirma
en una carta firmada por monseñor Richard E. Pates, presidente del Comité de
Justicia Internacional y Paz de la Conferencia de Obispos Estadounidenses, en
nombre de sus pares, dirigida a la secretaria de Estado, Sra. Hillary Clinton.
2. Los obispos
católicos exigen que se restablezcan las
relaciones diplomáticas con el régimen comunista de La Habana, sin ponerle a
éste absolutamente ninguna condición. Negocio redondo. El régimen saldría
enteramente ileso; tendría todo para ganar, nada para perder. Sería una fiesta
para los carceleros de La Habana. Por el contrario, en la hora de las
condiciones, los obispos se vuelven de una manera implacable contra el gobierno
estadounidense y ponen la capitulación diplomática como una condición
indispensable para promover las libertades y los derechos humanos en la isla.
Siguiendo el sui
generis raciocinio episcopal, si los Estados Unidos no ceden total e
incondicionalmente, entonces sería el gobierno estadounidense, y no el régimen
castrista, el gran responsable por la continuidad de la opresión y del
sufrimiento en Cuba. Se contribuye de esa manera a sacarle el merecido fardo al
régimen comunista por la falta total de esas libertades y a colocarlo
completamente en las espaldas del gobierno estadounidense.
3. Los obispos
católicos tratan así de transformar lo negro en blanco, y lo blanco en negro.
Confunden efecto con causa. Parecen desconocer que el “embargo externo”
estadounidense es un efecto, que puede ser discutible, de la indiscutible causa
profunda de la tragedia cubana, que es el “embargo interno” que mantiene el
régimen comunista desde hace 53 largos años contra los fieles católicos cubanos
y contra 11 millones de cubanos de la isla.
Al gobierno
estadounidense los obispos le exigen levantar totalmente el embargo externo, y
le recriminan sus alegados "efectos dañinos". Al régimen cubano no se
le pide en contrapartida absolutamente ninguna “abolición” y ninguna
“eliminación” del andamiaje constitucional, jurídico y policial que asfixia a
los habitantes de la isla-cárcel, un andamiaje, ese sí, intrínsecamente
"dañino".
4. La omisión no
podía ser más flagrante y el episcopado católico de los Estados Unidos
manifiesta de esa manera una increíble condescendencia con el régimen cubano,
violador sistemático de todos y cada uno de los derechos de Dios y de los
hombres.
Los obispos
católicos estadounidenses, que en su país se han manifestado tantas veces
contra el aborto, en una clara actitud "pro-vida", con relación al
pueblo cubano indefenso pasan a actuar como activos embajadores "ad
hoc" del régimen opresor y, por lo tanto, se colocan en una nítida actitud
"pro-muerte" y, por lo tanto, "pro-castrista".
5. Casi al mismo
tiempo, pocos días después del lamentable documento de la Conferencia de
Obispos Católicos de los Estados Unidos, el cardenal de La Habana, monseñor
Jaime Ortega, pronunció una conferencia en la Universidad de Harvard, en la
cual acusó de “antiguos delincuentes comunes”, de “gente sin nivel cultural”, e
inclusive “algunos con trastornos psicológicos” a 13 cubanos que días antes de
la llegada de Benedicto XVI a Cuba ocuparon la Basílica Menor de la Iglesia de
Nuestra Señora de la Caridad, en La Habana. El cardenal acudió a la policía
política para desalojarlos. En Harvard juró que “no fueron sacados a la
fuerza”, cuando en realidad fueron reducidos por fuerzas especiales del régimen
comunistas a golpes y patadas. Y remató diciendo que la ocupación de esa
iglesia fue “fraguada en Miami”, en un increíble y gratuito ataque al destierro
cubano.
El cardenal Jaime
Lucas Ortega y Alamino, arzobispo de La Habana, en realidad dijo en Harvard.
algo que un adiestrado y sumiso agente del régimen hubiera dicho. ¿Dónde están
las pruebas del cardenal Ortega para tan graves acusaciones contra indefensos
opositores cubanos y contra el destierro de Miami? ¿Cuál es la fuente de esas
pruebas? Y sobre todo, ¿cuál sería el "crimen"? ¿El hecho de ser
opositores al régimen comunista, en defensa de la fe, de los derechos de Dios y
de los derechos de los cubanos? Hemos
llegado a una situación asombrosa e inimaginable en materia de servilismo
eclesiástico y de cooperación con el régimen comunista.
6. Como si lo
anterior fuera poco, existe algo más grave y más perturbador del punto de vista
de los fieles católicos y de la propia perseverancia en la fe. A los ojos de la
opinión pública, los obispos "pro-muerte" y un cardenal que
objetivamente actúa como si fuera un "agente" del régimen, con sus
conductas inexplicables, no parecen sino seguir las orientaciones de S.S.
Benedicto XVI y de los más altos personeros de la secretaría de Estado del
Vaticano quienes antes, durante y después del reciente viaje papal a Cuba
solicitaron el levantamiento del embargo comercial estadounidense. Sí, es lo
más grave y lo más perturbador porque los más altos Pastores de la Iglesia
católica, a los ojos del rebaño pasan a ser vistos como la punta de lanza
diplomática más eficaz para salvar del derrumbe al régimen castrista, a
cualquier costo. Aún resuena la advertencia del fallecido arzobispo de Santiago
de Cuba, monseñor Pedro Meurice, realizada en 1986: "Nos consideraban una
Iglesia de mártires y ahora algunos dicen que somos una Iglesia de
traidores".
7. Esa situación,
y otras similares por las que atraviesa la historia de la Iglesia cubana desde
hace décadas, de colaboracionismo con el régimen castrista, parecieran ilustrar
palabras de Paulo VI sobre la autodemolición y el humo de Satanás en la
Iglesia.
8. Hace años, en
un simposio donde se recordaron los peores crímenes comunistas, oí el dramático
caso de un sacerdote de un pueblito del Este europeo, tenido como respetable
por todos sus fieles, quien un día, durante una Misa, dijo que en realidad él
no creía en la Iglesia, que había perdido la fe y que había adherido a la
siniestra “fe” comunista. Comenzó a sacarse sus paramentos, pieza sagrada por
pieza sagrada, dejándolas una por una encima del altar, hasta quedarse en ropas
civiles. Sus feligreses, atónitos, muchos de ellos llorando desconsolados, de
repente se pusieron de pie y comenzaron a rezar y cantar el Credo. Creían y
esperaban ellos, según el consejo de San Pablo, contra toda esperanza.
9. Que la Virgen
de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, fortifique hasta un grado heroico la
fe del rebaño cubano, dentro y fuera de Cuba. Y que a todos nos dé fuerzas para
que, pese a tantas pruebas espirituales causadas por actitudes desconcertantes
de tan altos eclesiásticos, continuemos rezando el Credo y esperando contra
toda esperanza, con la certeza de que las puertas del infierno no prevalecerán.
Armando
Valladares, escritor, pintor y poeta. Pasó 22 años en las cárceles políticas de
Cuba. Es autor del best-seller "Contra toda esperanza", donde narra
el horror de las prisiones castristas. Fue embajador de los Estados Unidos ante
la Comisión de Derechos Humanos de la ONU bajo las administraciones Reagan y
Bush. Recibió la Medalla Presidencial del Ciudadano y el Superior Award del
Departamento de Estado. Ha escrito numerosos artículos sobre la colaboración
eclesiástica con el comunismo cubano y sobre la "ostpolitik" vaticana
hacia Cuba.
Artículos
relacionados del mismo autor:
Cuba 2012: el
Pastor, el Lobo-Reliquia y la Encíclica Divini Redemptoris (abril de 2012)
Cuba: Wilman
Villar, infierno cubano y silencio vaticano (enero de 2012)
El viaje de Benedicto
XVI a Cuba: esperanzas y preocupaciones (enero de 2012)
Cuba: el preso
político y el Pastor-carcelero (2011)
Beatificación de
Juan Pablo II y Cuba: dilema de conciencia para los católicos cubanos (2011)
Benedicto XVI:
¿"beatificación" del internacionalismo castrista? (2010)
Diplomacia
vaticana y episcopado cubano: ¿"mediación" o "salvamento"?
(2010)
Embajador cubano
ante la Santa Sede: mentira, fraude y sangre de mártires (2010)
Benedicto XVI y
el viaje a Cuba del cardenal Bertone (2008)
Cuba: el Lobo y
los Pastores celebran encuentro "constructivo y amistoso" (2005)
Cardenal
Bertone-Cuba: el Pastor 'bendice' al Lobo (2005)
Um comentário:
Clero traidor!
A lua está vermelha, as estrelas caíram!
Apocalypse now!
Postar um comentário